2.1.10

Las cuarenta



Quién habrá sido Roberto Grela, me preguntaba mientras escuchaba a un salsero llamado Rolando Laserie haciendo el tango Las Cuarenta, escrito por el primero en 1937.

Pero Grela en realidad no es más que el guitarrista orejero de San Telmo que había querido dedicarse a la mandolina. La letra arrugada en su bolsillo perteneció a Francisco Gorrindo. Con ese apellido tal vez yo me hubiera dedicado a plomero, pero este no, estudió letras por la suya y entre la bohemia y las calaveradas se fue forjando como tanguero entre el orillerismo y la intelectualidad.

Al tango lo conocí en las mesas de Candado, un borracho que se divertía montando bares en las universidades y que iba perdiendo por devenir estos en aulas de la inasistencia y los choripanes con vino.

Esta es la letra:

Con el pucho de la vida apretado entre los labios,
la mirada turbia y fría, un poco lerdo el andar,
dobló la esquina del barrio y, curda ya de recuerdos,
como volcando un veneno esto se le oyó acusar.

Vieja calle de mi barrio donde he dado el primor paso,
vuelvo a vos, gastado el mazo en inútil barajar,
con una llaga en el pecho, con mi sueño hecho pedazos,
que se rompió en un abrazo que me diera la verdad.

Aprendí todo lo malo, aprendí todo lo bueno,
sé del beso que se compra, sé del beso que se da;
del amigo que es amigo siempre y cuando le convenga,
y sé que con mucha plata uno vale mucho más.

Aprendí que en esta vida hay que llorar si otros lloran
y, si la murga se ríe, hay que saberse reír;
no pensar ni equivocado... ¡Para qué, si igual se vive!
¡Y además corrés el riesgo de que te bauticen gil!

La vez que quise ser bueno en la cara se me rieron;
cuando grité una injusticia, la fuerza me hizo callar;
la experiencia fue mi amante; el desengaño, mi amigo...
Toda carta tiene contra y toda contra se da!

Hoy no creo ni en mí mismo. .. Todo es grupo, todo es falso,
y aquél, el que está más alto, es igual a los demás...
Por eso, no has de extrañarte si, alguna noche, borracho,
me vieras pasar del brazo con quien no debo pasar.

1 comentario:

Los Hijos del Barrio Franklin dijo...

Que letra la de este machucao Pancho Gorrindo,con ese apellido me pongo los guantes y al ring, y que decir del nombre Roberto ya sabemos de algunos que nacieron bajo esa Pila inagotable de inquietud delirante, en fin un vinilo (o vino) de otro piola que merece estar en algun wurlitzer de la Aldea.