no soy el sol ni la mañana que todos esperan
hay en mí un gesto de penultimidad acentuada
entre los necios y los confiados
los revólveres huecos de mis entrañas
disparan hastío y cenizas blancas
caen las balas caen
son himalayas invertidos
moldes de patrias
negativas no reveladas
malos presagios
eternas madrugadas
no soy el sol ni la mañana más bien la noche
enmarañada
ramas y lunas, autos en estampida
novias con cuchillo, casas derrumbadas
una tormenta en el océano
lluvia y más lluvia abandonada
no soy el sol ni la mañana los bares cierran cuando aparezco
los niños lloran los lobos balan
soy el punto de rocío de las desgracias
el que todo acaba
y cuando parto el gallo canta
y todos me olvidan
o hacen como si allí no hubiera pasado nada
soy la tormenta
un mal con yapa
un extrañable
de mala gana
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